Paris con niños

Hace más de tres meses que no escribo, con el buen tiempo es difícil hacer actividades en casa y si las hacemos luego no tengo tiempo de publicarlas. Esta entrada es muy larga, solo recomiendo leerla si se va a ir a Paris con niños.

Este año nos hemos ido a Paris de vacaciones, al principio pensamos que los niños eran algo pequeños para hacer un viaje de turismo (5 y 2,5 años), pero luego comencé a leer cosas y pensamos que haciéndolo a su medida podíamos pasarlo todos bien. No queríamos que fuese un viaje para nosotros y que los niños se aburriesen, queríamos que fuese divertido para todos y que lo disfrutásemos en familia.

Para viajar con niños pequeños hay dos cosas claras que hay que tener en cuenta, una es respetar sus horas de sueño y la otra tener previstas las comidas, todo para evitar que se pongan nerviosos y te hagan pasar malos ratos innecesarios.

Hay que tener muy claro qué vas a visitar y cuando, la improvisación con niños no es muy funcional. Así que planifiqué el viaje por días y los días por mañana y tarde, Marcos es muy pequeño aún pero se me ocurrió que prepararlo con Laura era una buena idea, hacerles partícipes es también positivo para todos. Además a los niños les sienta muy bien anteponerse a los aconteciemientos, les hace sentirse más seguros y por tanto más tranquilos.

Compré una aplicación de una guía de Paris con niños que hay para movil o tableta, no es muy buena pero para enseñarles fotos, comics, algo de historia... no está mal. Empecé a contarle algo de historia de Francia, siempre usando algún recurso que le pudiese gustar o que pudiese comparar con su vida. La Revolución Francesa por ejemplo era como si en su clase del cole algunos niños tenían todos los juguetes y otros no tenían ninguno y entonces los que no tenían se rebelaban a sus profesores y "tomaban la biblioteca", un día que no querían caminar esto me sirvió para animarles diciendo que íbamos a tomar la Bastilla, corrían y reían como locos y se lo pasaron genial.

Otro día vimos un capítulo de D'Artacan y durante todo el viaje jugamos a ser los Tres mosqueteros y papá era D'Artacan, es simple pero ellos se lo pasaban genial.

Versalles fue fácil haciendoles imaginar princesas y reyes paseando por los jardínes.

Para las pinturas que íbamos a ver utilizamos algunos de los cuentos de arte para niños que tenemos, una preciosa colección de Laurence Anholt, unos libros que siempre recomiendo a todo el mundo que quiera acercar a sus hijos al mundo del arte, narran pequeñas historias que tienen como protagonistas a grandes artistas como Monet, Picasso, Degas... El principal recurso gráfico son sun obras, es una disculpa para que los niños vean desde pequeños imágenes de los cuadros o esculturas más famosas de estos artistas. Los descubrí gracias a un proyecto de arte que hicieron en el colegio de Laura, ví como los niños se interesaban por Van Gogh y al buscar algo en internet de arte para niños descubrí el cuento Camille y Los Girasoles y desde ese cuento todos los demás..... Gracias a eso Laura estaba familiarizada con ciertos cuadros y entrar en el Museo D'Orsey fue toda una emoción, ver en directo los cuadros de sus cuentos fue toda una ilusión, escuchar a mi hija de cinco años pedirme quedarse toda la tarde viendo a Marie de Degas fue realmente increíble. Sólo entramos a este museo, también podríamos haber entrado al Museo Rodin porque al ser al aire libre a los niños el probable que les guste pero no nos quedó tiempo. Al Louvre no nos atrevimos porque es demasiado grande y nuestras niños demasiado pequeños pero a partir de 7 años yo diría que se puede hacer perfectamente haciendo una selección adecuada de lo que pueden ver.

Otra cosa que preparamos fue una especie de gymkana, esto lo preparamos Laura y yo juntas, pensé muy bien todo lo que íbamos a ver, busqué con ella fotos en internet, las imprimimos, las plastificamos y luego Laura se las explicó a Marcos, consistía en estar familiarizados con los monumentos y cuando los reconociésemos ir poniendo pegatinas hasta tener todas nuestras fotos con pegatinas y así haber finalizado nuestra gymkana. Este recurso también funcionó muy bien, Laura se emocionaba al reconocer los monumentos. Usamos pegatinas de letras y cogíamos la letra por la que comenzaba cada monumento, así seguíamos practicando el aprendizaje de las letras.

La planificación por días la hice yo porque necesitaba el criterio de un adulto, aunque Laura me ayudó en todo lo que pudo, hicimos una especie de agenda con imágenes incluídas para ella pudiese reconocer que íbamos a hacer cada día.

Hiciemos 4 noches y cinco días, dormimos en el hotel Tryp Francois que tiene unas habitaciones familiares estupendas con literas, eso es algo que les encanta a los niños, así que mejor que mejor poder dormir como Peppa y George. El hotel está bastante céntrico así que está fenomenal para descansar un ratito a mediodía.

Y este es el detalle por días por si a alguien le puede dar alguna idea:

Día 1: Llegamos temprano por la mañana, fuimos en coche, por cierto hay una web que te reserva el parking por adelantado y sale más barato. Dimos un paseo tranquilo para desconectar de coche, comimos pronto el un parque con columpios y fuimos a echar la siesta  al hotel.

Por la tarde cogimos el metro, algo emocionante para los niños porque donde vivimos ahora no hay metro, y fuimos a ver la Torre Eiffel desde el Trocadero, espectacular, Laura quería pasar allí toda la tarde, justo al lado de la torre hay un Carrusel de esos tan bonitos y les montamos. No subimos a la torre porque había una cola inmensa, quise haber cogido las entradas antes en internet pero hay que hacerlo con dos meses de antelación y ya no me daba tiempo. Con niños las colas de este tipo son inviables, seguimos paseando por el Sena hacia el Arco del Triunfo y los Campos Elíseos, aquí encntramos un par de tiendas con exposición de coches deportivos e incluso algo futuristas que volvieron loco a Marcos, allí cerquita hay un restaurante de una cadena francesa que se llama Hypopotamus, es tipo Vips y tiene menú infantil, no es baratísimo pero tampoco es una locura, no está mal. De allí metro al hotel y a dormir que el día había sido largo.

Día 2: Directos a Notre Dame, unos días antes habíamos visto la película de El Jorobado de Notre Dame para que tuviesen una ligera idea y luego se pudiesen imaginar a los personajes allí dentro y por supuesto reconociesen las gárgolas. Aquí también se puede subir, una cola inmensa e inviable con niños, si madrugas se puede evitar pero en nuestro caso era imposible. A Laura le gusto mucho. Detrás de Notre Dame hay un pequeño parque donde pueden jugar un rato, dedicar pequeños ratos a algún parque ayuda bastante a que estén entretenidos.

De allí fuimos paseando por el Sena hacia el Louvre, ese día nos llevamos los patinetes y así no se cansaron tanto. En este paseo se van viendo varias cosas además de la playa que montan en París para el verano, es curioso lo de la playa pero sin agua no me pareció muy atractivo. Vimos el Louvre por fuera y nos fuimos a hacer un pic nic a las Tullerías con cosas que habíamos comprado en un super, a mediodía siempre preferimos llevar comida encima oorque paras en cualquier sitio y comes sin pensar donde ir, a veces les entra una hambre voraz de repente. De allí nos fuimos caminando al hotel a dormir la siesta.

La tarde la dedicamos al Parque de Luxemburgo donde hay un pequeño lago con pequeños barquitos que puedes alquilar para jugar, nosotros no los alquilamos pero si los vimos y fue entretenido. De allí nos fuimos a cenar al barrio Latino caminando donde hay mil sitios para elegir. Nos acostamos todo lo temprano que pudimos porque al día siguiente nos íbamos a.....

Día 3: Eurodisney! Jornada completa dedicada a los niños, sobra decir lo bien que se lo pasaron. Fuimos un lunes para evitar las colas del fin de semana, había colas pero era llevadero para ser el mes de julio.

Día 4: Paseo por el centro, Opera, Madelaine, Concordia y luego fuimos al Museo D'Orsey, ya he comentado lo que lo disfrutó Laura con las obras de arte. Si vas con niños te dejan saltarte la cola así que mejor que mejor. Teníamos planificado el Museo Rodin pero no nos dió tiempo. Siesta en el hotel y por la tarde Montmartre y Sagrado Corazon y de despedida cena en Creperie.

Día 5: Versalles, no entramos porque era ya demasiado pero paseamos por los jardines e hicimos otro pic nic allí para comer.

En Paris se pueden hacer muchas otras cosas pero estas son las que yo elegí por la edad de mis pequeños. Espero que pueda ser de ayuda por si alguien decide viajar a Paris en familia.

Bolsito de fieltro

Últimamente tenemos algo olvidadas nuestras manualidades, ha hecho tan buen tiempo que casi no hemos estado en casa, por desgracia esta semana ha llegado la lluvia con lo que tenemos que volver a entretenernos en casa. 

Hemos hecho un bolsito con fieltro, es muy sencillo y se necesita poco material, un pliego de fieltro, restos de fieltro de colores para hacer formas para decorar, lana (si es de tres colores mucho mejor, yo compré una en los chinos que era mezcla de trs colores), unas tijeras, una taladradora de papel ( con las tijeras también se puede hacer) y cola o pegamento para fieltro.

Primero hemos cortado lana para hacer una trenza, esa será nuestra cinta para colgarnos el bolso, Laura no sabe hacer trenzas todavía pero me ayudaba sujetándola.

Despues hemos cogido el fieltro, lo hemos cortado al tamaño que nos gustaba y lo hemos doblado por la mitad, en cada lado hemos hecho agujeros con la taladradora.

Hemos metido la trenza por los agujeros y después lo hemos decorado con pequeñas formas de restos de fieltro de colores, lo hemos pegado con cola pero no quedaba muy sujeto y le hemos dado unas puntadas.

Y este es el resultado

Cajita para guardar el mal genio

Algunas veces nos ponemos de mal humor y nos sale un mal genio que no podemos controlar, los mayores tratamos de controlarlo (no siempre con éxito) pero a los pequeños les cuesta un poco más. Hace un par de años pasamos por una etapa en la que el genio salía día sí, día también y se me ocurrió decirle a Laura que cuando saliese el genio lo guardase en un cajón para que no le dejase decir esas cosas que es realidad ella no quería decir, la realidad es que funcionaba, salía el genio y lo pisabamos y lo metíamos en un cajón, a veces poníamos hasta celo en el cajón porque Laura decía que se iba a salir, muchas veces acabábamos hasta riéndonos, hacía que cambiase el chip, se olvidaba de aquello por lo que se había enfadado. A nosotros nos funcionó con lo que puede que a algún otro niño también le funcione.

El caso es que teníamos varias cajas pendientes de decorar y se nos ocurrió decorar una para encerrar al genio cuando salía, no nos ha quedado muy bonita pero esa era la idea, tenía que ser feo porque el genio es algo feo. Le pregunté a Laura por cosas feas y quiso poner un fantasma y caras enfadadas, para el color de la tapa también le pedí que eligiese el más feo de las acuarelas, todo pintado con acuarelas y por supuesto con un toque de purpurina. 

Muñequitas quitapenas

Las muñequitas quitapenas sirven exactamente para eso, quitar penas o problemas, son originarias de Guatemala, si tienes un problema o alguna cosa que no te deja dormir, puedes contarselo a las muñequitas y ellas se quedarán con tu problema y así dormirás bien y el problema habrá desaparecido a la mañana siguiente. Puede servirnos para quitar ciertos miedos o temores.

Yo tenía una cajita de muñecas quitapenas pero son tan pequeñitas que con dos niños en casa ya me habían desaparecido practicamente todas, me quedaba una solamente. Le conté la historia a Laura y le encantó pero al tener una sola muñeca no las usábamos con lo que se me ocurrió hacer nuestras propias muñequitas quitapenas con plastilina, hemos usado plastilina Alpino, esa que se seca y luego puede usarse para jugar, he de decir que solo he encontrado esta plastilina en las tiendas Carlyn.

La cajita que utilizamos es la originaria que yo tenía pero puede usarse cualquier cajita decorada por nosotros mismos, así añadimos una actividad más para entretenernos. Aquí dejo el resultado.

Teatrillo para marionetas

Hemos pasado por una crisis creativa como la que puede tener cualquier artista, la culpa la ha tenido en nuestro caso la primavera anticipada que nos ha hecho salir mucho a disfrutar del sol.

A los niños les suelen gustar mucho las marionetas, en Ikea venden unas muy baratas con las que te puedes inventar mil historias y si además tienes un pequeño teatro pues mucho más divertido.

Necesitamos una simple caja de cartón, cuanto más grande mejor pero con una mediana como la nuestra te puedes apañar. Dibujamos un cuadrado en la parte superior y lo recortamos, A Marcos le encantó pasar por el cuadrado varias veces, ejercicio de psicomotricidad estupendo, o bien también puede servir como disfraz de televisión.

Después lo pintamos entero del mismo color utilizando tempera roja y esponjas.

Pegamos las esquinas con cola para que volviese a tener forma de caja y después, antes de decorar probamos que tal quedaban nuestras marionetas.

Después decoramos la caja con ceras con todo lo que se nos ocurrió. Para que fuese más profesional se me ocurrió poner unas cortinas, como no tenemos telas, utilizamos papel crespón, pusimos una cinta en la parte superior y metimos el papel como si fuese una cortina normal.

Y así nos quedó nuestro teatrillo, a los niños les encanta que les haga pequeñas obras de teatro, hasta Marcos es capaz de quedarse unos veinte minutos sentado escuchando.

Flor de papel y merienda para terminar

Esta es una actividad muy sencilla que yo creo que todo hemos hecho alguna vez en el cole.

Como material nesitamos papel seda o papel crespón (este papel yo juraría que antes se llamaba pinocho) de varios colores, cola, un folio y un rotulador.

Hemos participado grandes y pequeños, hemos cortado cuadraditos del papel de varios colores, cada uno con sus tijeras, Laura ya unas normales para niños y Marcos unas especiales para bebes que apenas cortan pero a él le encantan porque se siente mayor como su hermana y además va aprendiendo a coger las tijeras y a utilizarlas. Después con los cuadraditos hemos hecho bolitas.

Despues en un folio he dibujado una flor, se puede hacer cualquier cosa que tenga espacio suficiente para rellenar, también se puede coger una plantilla de internet e imprimirla pero es más sencillo dibujar.

En cada hueco de la flor a rellenar hemos puesto cola y hemos pegado nuestras bolitas por colores. 

Sin haberlo hecho intencionadamente nos ha quedado una flor muy española.

Después hemos hecho un bollo con forma de trenza muy típico de la zona donde vivimos, es una especie de brioche con forma de trenza, cada uno hemos hecho el nuestro, los niños lo han pasado genial sobre todo amasando y cada uno ha plasmado en la forma lo que le ha parecido, el de Laura ha quedado muy profesional!

Corazones de San Valentín

Ni papá ni yo somos partidarios de San Valentín, pero es un día que existe y por qué no puede ser un día más en el que nos decimos que nos queremos dejando de lado las cursiladas. La forma del corazón es muy sencilla para repasar y colorear así que hicimos tres corazones.

El primero era para papá, hicimos una plantilla en papel que Laura recortó y luego lo pasamos a fieltro, hicimos dos de fieltro, preparamos un relleno con algodón (bueno, con discos desmaquillantes porque algodón no tenemos) y mamá lo cosió. Elegimos el color verde para que fuese más original.

Luego hicmos dos corazones en papel, Laura los repasó y coloreó con purpurina, algo que fascina a todos los niños, encontré una caja con 26 colores de purpurina y otros 5 que pintan en 3D, por supuesto a Laura le encantó y es un buen recurso para decorar manualidades. Uno de los corazones era para nuestro nuevo amigo Francesco que fuimos a visitar esa tarde.

Hacemos un marcapáginas

Esta ha sido una actividad realmente sencilla, necesitábamos dos marcapáginas para nuestras guías de viaje y qué mejor opción que hacerlos nosotras mismas, es genial cuándo hacemos cosas para usar o para regalar porque Laura está mucho más motivada.

Hicimos una sencilla plantilla de una jirafa y otra de una dragón (esta semana hemos ido al Monte de Pilatus y hay una leyenda de un dragón que hemos aprovechado para varias actividades). Cogimos papel de color para que fuesen más bonitos y Laura los cortó con tijeras y los coloreó, para que fuesen diferentes uno lo pegamos sobre gomaeva y el otro no, quedó mejor el que no lleva gomaeva pues resulta muy grueso.

La Caja de la Buena Suerte

Hacía algunos días que habíamos pensado decorar nuestra propia caja, además papá necesitaba una cajita pequeña para guardar sus gemelos, aquí apenas tenemos nada de nuestras cosas y tenía los gemelos guardados de cualquier manera, a la ilusión de hacer la caja se sumaba la ilusión de hacerla para papá.

Es un trabajo muy sencillo y se pueden hacer cosas preciosas, necesitamos una cajita de cartón sin decorar, pinceles, temperas y lo que se nos ocurra añadir, nosotras utilizamos gomaeva y purpurina para dar un toque especial, también se pueden usar ceras.

Pensamos en el color favorito de papá para que le gustase mucho y decidimos pintar la tapa de color azul y la caja en sí de puntitos de colores, justo esa mañana estuvimos hablando de los tréboles de 4 hojas y de la suerte que daban, así que hicimos uno de gomaeva de color verde, lo aprovechamos para poner el nombre de papá ya que la caja era para él.

Y este fue el resultado:

Para fomentar nuestra creatividad e imaginación últimamente estamos inventándonos cuentos, normalmente empieza mamá y Laura añade toques propios o interviene cuando le apetece, en esta ocasión quise hacer algo parecido pero Laura decidió crear su propia historia, entera ella sola, mucho mejor:

Érase una vez una tapa que le gustaba mucho el color azul hasta que un día se fue a dar un paseo para buscar pinceles y pinturas para pintar el suelo de su casa de color azul y se encontró con su amiga caja que tenía muchos puntos. Otro día salió a ver unos dibujos muy bonitos a un museo y allí se encontró un trébol que ponía Dani y su amiga caja se lo pegó y desde ese día tuvo mucha suerte y pasó a ser la La Caja de la Buena Suerte.

Pintamos con temperas, grandes y pequeños

Tenemos una pizarra de Ikea que es estupenda para los niños, es a su tamaño y podemos pintar de pie como si fuesemos grandes artistas con caballete, es un recurso asequible pues cuesta unos 18€ y tiene pizarra de tiza, de rotulador y se puede poner un rollo de papel.

En esta ocasión tenía que ser una actividad para los dos pues era la actividad de la mañana, había planificado un mural con temperas. Mientras yo recojo la casa y me ducho les pongo unos de sus dibujos favoritos en aleman, Prinzessin, así escuchan alemán y evito que Marcos encienda los fuegos de la cocina, algo que hace a menudo y me da pánico. 

Apagar los dibujos sin discutir suele suceder, así que como quiero evitar las discusiones continuas pensé como llamar su atención para que ellos solos dejasen los dibujos. Pensé dibujar uno de sus personajes favoritos para que ellos lo coloreasen, dibujé a Dora y botas y funcionó, no dije nada y en cuanto me vieron dibujar a Dora se levantaron corriendo y apagamos los dibujos.

Sacamos las temperas, los pinceles y unas mini-esponjas que hay para pintar (cualquier esponja vieja se puede reciclar para esto) y entre los tres hicimos un mural, Marcos estuvo unos 10 minutos pintando, bastante adecuado para la edad que tiene. Él prefiere las esponjas o las manos, también propio de su edad.

 Laura prefiere los pinceles, ella se quedó pintando hasta que lo terminó entero y este fue el resultado, tenemos pocos colores con lo que hicimos lo que pudimos. La parte superior es más Laura y la inferior más Marcos, cada uno su estilo. Disfrutaron un montón, se mancharon y experimentaron, objetivo cumplido.

El Elefante y La Paloma

Diego mi niño Diego pintor... Frida miró al elefante.....

Me habría encantado llamar a mis hijos Frida y Diego, Frida no le gustaba a casi nadie, el resto de la gente me da igual pero a Dani no le gustaba y no quise insistir, Diego nos gustaba a los dos pero en la familia de Dani hay varios y no acabamos de decidirnos, si tuviésemos otro hijo posiblemente le llamaríamos Diego.

Me apasiona Frida Kalho, sobre todo su historia y su gran personaliadad pero también su obra, Diego Rivera me gusta algo menos. Pedro Guerra, que también me encanta, tiene una preciosa canción dedicada a ellos con también un precioso título: El Elefante y La Paloma. Quise llamar así este nuevo blog que comienzo con muchísima ilusión pero por un lado me parecía un poco plagio y por otro quería que fuese más mío y de mis pequeños, mi pequeño elefante y mi dulce paloma, absolutos protagonistas de este blog, también grandes artistas como Frida y Diego, todos llevamos un artista dentro, solo hay que explorar para descubrir donde está ese artista.

Hace un mes cambié mi vida radicalmente, dejé de trabajar y nos vinimos a vivir a Suiza, ahora tengo el privilegio de pasar el día entero con mis hijos y poder disfrutar de ellos. Tenemos muchas horas al día para hacer un sin fin de actividades: baile, música, piscina, juegos, trabajos manuales, cocinar.... A priori suena bien pero a veces resulta complicado entretenerlos tantas horas, por supuesto sin abusar de los dibujos, son muchas horas al día y hay que añadir la complejidad de la diferencia de edad, 4,5 años y 23 meses. Mientras Marcos duerme su siesta resulta sencillo hacer alguna actividad con Laura, ella es capaz de hacer gran cantidad de cosas, con Marcos solo sería también relativamente sencillo hacer cosas para su edad. Lo complicado es encontrar cosas que valgan para los dos a la vez.

Nuestras actividades son para entretenernos, explorar, descubrir, aprender y sobre todo para pasarlo bien y disfrutar en familia.

Las quiero compartir para que permanezcan en el tiempo, para que los que nos conocen vean lo que hacemos y para servir de inspiración a todos aquellos que quieran, a veces las tardes de invierno se hacen muy largas y algunas ideas son bien recibidas.

Hasta ahora, y llevamos un mes aquí, hemos hecho algunas cosas que aquí muestro, a partir de ahora seguiremos colgando todo lo que hagamos.

Gracias por acompañarnos en este viaje hacia el decubrimiento del artista que todos tenemos dentro!